Emprender un negocio en época de crisis
Muchas son las excusas que nos vienen a la cabeza para no arriesgarnos a emprender un negocio en época de crisis. ¿Y si fracaso? Antes de tirarse a la piscina siempre hay mucho miedo a perder, a endeudarse, a no tener éxito, a que el fracaso nos repercuta de manera negativa en la vida personal, y la larga lista continúa.
Lo cierto es que quién realmente quiere algo, sabe que el camino no es fácil, pero ninguna excusa le va a valer para no aventurarse y salir de su zona de confort.
Por ese motivo, hoy presentamos una serie de argumentos prácticos y positivos para formarse y emprender en época de crisis sin ningún miedo.
- La independencia económica. Es algo que llegados a una edad todos buscamos y probablemente sea el motivo principal que lleve a la mayoría de los emprendedores a arriesgarse a formar una empresa por su cuenta. Es verdad que el dinero no trae la felicidad, pero sí ayuda a que sea mucho más fácil alcanzarla
- Lo positivo de ser emprendedor es que puedes elegir hacer lo que te gusta, el tipo de empresa que quieres tener y el sector al que quieres permanecer. El emprendimiento hace posible convertir un hobby en un negocio viable.
- Una de las cosas más satisfactorias para el ser humano, es obtener ingresos haciendo algo que le apasiona y que le hace feliz. Trabajar cada día en algo que gusta es una experiencia muy gratificante.
- Dejar de luchar por un aumento de sueldo y proporcionártelo tú mismo. Hacer que un negocio funcione no es tarea fácil para nadie, pero es cierto que cada inversión depositada y cada hora de dedicación y de sacrificio se transformará a la larga en un beneficio para ti. Al dirigir tu propio negocio, tienes en mente que cuánto más luches mayores beneficios vas a conseguir y que no hay límite en la cantidad de dinero que podrías hacer si consigues que tu empresa despegue.
- Emprender es arriesgar, pero si la empresa despega también es conseguir una seguridad laboral. Hoy en día los contratos empresariales han cambiado y las industrias evolucionan tan rápidamente que los empleos se transforman, desaparecen o surgen otros nuevos de un día para otro. Con estas circunstancias y la crisis económica la estabilidad del empleo que había en el pasado, se ha debilitado en mayor medida.