Consejos para aprender a hablar en público
¿Quién no se ha puesto nervioso cuando le ha tocado salir a la pizarra, hablar en una entrevista de trabajo, o dar el discurso en una boda? Algunos estudios calculan que al 70% de la población le da pavor hablar en público. Muchos expertos en este ámbito han afirmado que junto con el inglés y una titulación, hablar bien en público es fundamental para decantar la balanza a la hora de encontrar un trabajo.
A diferencia de otros países, en el sistema educativo español no existen clases obligatorias de oratoria, y esto es para muchos, la gran asignatura pendiente. La situación en Estados Unidos es radicalmente opuesta. Entre los 14 y 18 años existe una materia voluntaria que se llama Public Speaking (hablar en público) donde los jóvenes aprenden a exponer en grandes auditorios y juegan a hacer debates.
Hay que tener claro que hablar en público no es una capacidad espontánea ni un don genético, sino que es una habilidad que cuanto más se practique, mejor nos saldrá. Mejorar nuestra oratoria no sólo nos ayudará en el ámbito laboral sino también en todas las facetas de nuestra vida cotidiana.
Te damos algunos trucos que te pueden ayudar a hablar mejor en público:
- ¿Cuánto tiempo vamos a estar hablando? Esto es lo primero que debemos saber antes de planificar nuestro discurso. Hay que tener claro que lo importante no es contar todo sino contar lo más interesante para nuestra audiencia.
- Preparar el tema del que vas a hablar a la perfección. Si deseas comunicar una idea a tu público, dedica el tiempo necesario a preparar e investigar muy bien sobre el tema. Cuanto mayor sea el conocimiento sobre el tema, mayor será la confianza y la tranquilidad del ponente.
- Es importante preparar el comienzo de una intervención, sobre todo para captar la atención del público, y el final, para dejar una buena impresión.
- No es lo mismo hablar ante universitarios que ante empresarios. Conocer el perfil de los asistentes nos ayudará a enfocar nuestra exposición de forma correcta.
- Un gran porcentaje del éxito de una buena charla es nuestra actitud. Sonreír, subir y bajar el tono cuando sea necesario, mostrar énfasis etc. El público recordará lo que el orador les hizo sentir.
- Define las líneas de tu discurso: sé claro y conciso. No des rodeos innecesarios, que alarguen la charla hasta hacerla aburrida o difícil de seguir.
- Utilizar historias y anécdotas relacionadas con tu discurso, que ayuden al público a recordar los puntos básicos que estás tratando. Una narración ilustrada es mucho más fácil de seguir, y resulta más memorable.
- Preparar y practicar, preparar y practicar. A comunicar se aprende comunicando. Y así se gana naturalidad, convicción, credibilidad y confianza.